BUENOS AIRES (DyN) ─ Los accidentes cerebrovasculares (ACV) afectan a un niño cada 4 mil recién nacidos, mientras que la incidencia de la patología es de entre 3 y 6 cada 100 mil niños y adolescentes, según un informe del Hospital Juan P. Garrahan sobre la enfermedad. El estudio reportó que en el período neonatal la incidencia de los ACV es más alta que la de la Trombosis de Senos Venosos Cerebrales (TSVC), que afecta a 1 niño cada 6 mil recién nacidos, ya que la prevalencia del tipo isquémico y el hemorrágico es de 1 caso cada 4 mil recién nacidos. "En la niñez y adolescencia en general el ACV afecta a entre 3 y 6 de cada 100.000 niños, es decir de una forma tan frecuente como los tumores del sistema nervioso central", advirtió el informe.La Doctora especialista del servicio de Neurología del centro de salud pediátrico, María Celeste Buompadre, afirmó que "los bebés, niños y adolescentes pueden sufrir un accidente cerebrovascular, sin embargo por desconocimiento o poca información, el común de la población piensa que sólo le ocurre a los adultos". "Hasta los finales de la década del 90, el ACV era poco reconocido en el ámbito pediátrico. Pero en la actualidad se ha progresado muchísimo en el conocimiento de esta enfermedad", sostuvo la especialista. Buompadre dijo que "el problema con los niños es que casi no existen medidas de prevención primaria para estos casos" y explicó que "los chicos no tienen los mismos factores de alto riesgo que los adultos, como la hipertensión y el tabaquismo, entonces la prevención es secundaria y lo más importante es el reconocimiento precoz del ACV". La especialista afirmó que uno de los inconvenientes mayores es la falta de información sobre los síntomas de la patología, que "muchas veces son transitorios y más difíciles aún de reconocer". En ese sentido, manifestó que una de las causas más frecuentes de la presencia de la patología en niños sanos "son las arteriopatías o enfermedades en la pared del vaso".
En el caso de los niños que tienen enfermedades de base, las cardiopatías congénitas constituyen una de las causas más frecuente de ACV. "Existe una alta prevalencia de secuelas como son el déficit motor, en especial, la afectación de la función de la mano, el compromiso intelectual y la epilepsia y muy importante la calidad de vida afectada", dijo la especialista. El informe sostuvo que los síntomas para determinar un ACV en la infancia son debilidad o adormecimiento de la mitad del cuerpo, dificultad para hablar o para entender, debilidad en la mitad de la cara y dolor de cabeza muy intenso, en especial cuando está asociado a vómitos y somnolencia. Asimismo, mencionó entre los síntomas la visión doble o pérdida de la visión, mareo, dificultad para caminar o en la coordinación y convulsiones, en especial en la mitad del cuerpo
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